Hoy dedicamos la entrada de la semana a Susín y sus robles centenarios. Caminar bajo ellos y descubrir la iglesia de Santa Eulalia nos transporta a un mundo donde parece que nuestro caminar se encuentra a mitad de camino entre un sueño y la realidad.
La aldea de Susín se encuentra próxima a Oliván (Alto Gállego) y sobre un alto vigila el valle de Tena. Aunque «despoblado», llegar a susín es descubrir un pueblo con vida. Las vacas en los campos, los muros y pretiles de piedra seca reconstruidos por sus vecinos y voluntarios, las decenas de visitantes que acuden a este lugar a través de sus bosques…
Precisamente son sus bosques de «caxicos» lo que me fascinó en mi visita de este fin de semana. Unos ejemplares magníficos de quejigos, auténticos monumentos que invitaban a fotografiarlos durante horas, en una mañana de primavera que nos regalaba una atmósfera de nubes bajas y lluvia.
Para rematar la mañana, la Iglesia de Santa Eulalia de Susín, alza su torre por encima del caserío y campos de Susín. Construida a lo largo del S.XV, sufrió importantes modificaciones en el S.XVII, pero conserva este estilo que hace únicas a las Iglesias del Serrablo el «Románico del Gállego» con su eje central en Lárrede. Quizás su carácter más diferenciador está en los baquetones sucesivos y ordenados que se observan en la parte superior del ábside, así como las ventanas en alfiz, símbolo de un territorio, El Serrablo.

Os recuerdo que aún quedan plazas libres para la actividad fotográfica de este próximo día 22 de Mayo «Cascadas del Pirineo Occidental». Contacta para más información y reserva tu plaza.
