Tella es una pequeña localidad de la comarca de Sobrarbe, que a pesar de su tamaño, tiene de todo: osos, gigantes, ermitas, un dolmen y un ambiente en el que se respiran una gran cantidad de historias y leyendas.
En varias ocasiones he visitado esta hermosa localidad y siempre entre nieblas y brumas, haciendo aun más bella y salvaje la visita a sus montes. Esta vez, acompañado por mi pequeño gran gigante Silván, empleária la mañana para recorrer la senda de Silván, el gigante de Tella.
«Cuenta la leyenda, que Silván vivía en una cueva en mitad de la pared rocosa que conforma el desfiladero de las Devotas. De gran estatura, fuertes brazos y piernas, lucía una espesa barba y larga melena. Pero este ser mitológico, no caía muy bien, pues su gusto por lo ajeno le llevo a ser odiado por los habitantes de Tella y las aldeas cercanas. Permanecía oculto en su covacho, donde guardaba todo lo robado. Un día fue mas allá y rapto a Marieta, una joven pastora de Tella que guardaba su ganado en los abrigos próximos a la cueva. Varias semanas la tuvo presa, hasta que Marieta consiguió escapar. Silván enamorado de la joven, partió hacia Tella con el fin de encontrarla. Pero a la entrada del pueblo, los habitantes de Tella le habían dejado un gran cuenco con leche envenenada. El gigante no pudo evitar robar el cuenco, bebiéndose además toda la leche. Como no podía ser de otra manera, el veneno hizo su efecto y nunca más se supo del gigante. Desde entonces, muchos son los que intentan asomarse a la cueva de Silván para recuperar todos los tesoros que robo durante años. Pero todo aquel que lo intenta, queda paralizado por un gran terror que no les deja entrar a la cueva.»
Este recorrido circular, nos lleva hasta la cueva de «Lo Silván», donde aun se pueden observar las estacas de madera clavadas en la pared, para facilitar el acceso a la entrada del covacho a varios metros sobre el suelo. La actividad ocupa una media jornada, disfrutando del paisaje y el vertiginoso recorrido, no apto para personas con cierta aprensión a las alturas.

Comenzamos descendiendo por una senda en la cara norte de la montaña, atravesando un húmedo pinar con un ambiente digno de historias y leyendas.
No podemos evitar pararnos a fotografíar al Eléboro fétido (Helleborus foétidus) quizás la única flor que florece en invierno, la gran resistente a nevadas y heladas.

Cuando el recorrido gira hacia el sur, se coloca en la parte superior del congosto de las Devotas, y avanzaremos por una estrecha faja, disfrutando de un itinerario salvaje y una vistas espectaculares sobre el fondo del valle del Cinca, así como de Cotiella y Punta Lierga.

En este tramo del camino, fruto de la inversión térmica y la irradiación de calor que aporta la roca caliza, encontramos espectaculares ejemplares de encinas y sabinas.

Las paredes rocosas están llenas de petrocopsis, saxífragas y sarcocapnos, que en estas fechas aun carecen de flor, que en primavera darán color a toda la pared. Poco a poco comenzaremos a ascender hasta situarnos en la faja superior que nos colocará bajo «Lo Silván». Desde aquí, nos queda superar un pequeño resalte rocoso (4 metros) equipado con grapas y cable que nos dejará en la senda que conduce de nuevo a Tella.
DETALLES DEL RECORRIDO | |
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Longitud del recorrido | 5 Kilómetros |
Desnivel | 450 metros |
Horarios | 2 horas y 30 minutos (sin paradas). |
Otros: | Resalte rocoso equipado |
¡Recuerda que NO es un paseo, el itinerario ya tiene cierto desnivel, recorre fajas estrechas y hay que superar un resalte de roca!
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¿Quieres saber más de esta ruta?
Si aun te has quedado con ganas de más, puedes visitar el museo del Oso cavernario, así como disfrutar de una visita guiada a la Cueva del Oso. En esta cueva, los paleontólogos han excavado y encontrado más de 4.000 restos óseos pertenecientes al oso cavernario. Este oso, de mayor tamaño que el actual, se extinguió hace aproximadamente 20.000 años, coincidiendo con el final de la última gran glaciación.
No podemos terminar esta entrada sin hablar de las ermitas de Tella. Un sendero de apenas una hora y sin desnivel apreciable, en el que visitaremos lo que para mi es una de las ermitas más espectaculares del Pirineo, la ermita de San Juan y San Pablo. Está construida próxima al Puton de as Bruxas, lugar cargado también de mitos y leyendas. Además también veremos la ermita de la Virgen de la Peña y la ermita de la Virgen de las Fajanillas.

¡Noooos vemos eeen la mooontaña!